Creación basada en la telepresencia en la que participantes locales y remotos visitan un aviario con 30 aves desde el punto de vista de un guacamayo telerrobótico al que pueden controlar parcialmente al tomar su lugar.
El participante llegaba al exterior del aviario, donde podía observar el comportamiento de 30 aves junto con un guacamayo inmóvil mayor y distinto del resto, que solo movía la cabeza. Frente al aviario había un casco de realidad virtual que se le invitaba a ponerse, y mediante él era trasladado al aviario desde el punto de vista del guacamayo, que tenía cámaras en los ojos. El movimiento de la cabeza del telerrobot, además, respondía a tiempo real al movimiento del participante. También había visitantes que se podían conectar a la experiencia online, y acceder al punto de vista del guacamayo. Podían, a su vez, proferir sonidos a un micrófono, que eran emitidos por el telerrobot y, por tanto, podían afectar al comportamiento de las aves.