Vídeo y realidad virtual con Prometeo como metáfora del deseo de evolución tecnológico.
La pieza se divide en dos partes, una de ellas hecha mediante vídeo y la segunda con realidad virtual. El punto de partida es la tragedia Prometeo encadenado de Esquilo, y en particular la tensión entre la humanidad y la tecnología. Koizumi escribió la pieza en colaboración con una persona que sufre esclerosis lateral amiotrófica (ELA), abordando una visión de ciencia ficción sobre la prosperidad basada en la evolución tecnológica. Su creador ha seguido indagando en el mito de Prometeo en otras piezas, la performance de realidad virtual Prometheus Unbound (2021) y la instalación Prometheus the Fire-Bringer (2023)