Recorrido para un solo espectador a ciegas y con unos auriculares que le acompañan en la experiencia. Es guiado de la mano por espacios donde tienen lugar varias experiencias sensoriales.
Tras concertar fecha y hora, el espectador es convocado a un lugar poco antes de la experiencia. Allí es recibido a solas y, en silencio, se le pide que se ponga un casco que le impide ver. Es guiado por diversos espacios, primero exteriores y luego interiores, donde entra en contacto táctil con elementos como árboles, rocas o arena. Además de la reacción al contacto inesperado con los objetos, entra en juego la confianza de cada cual en el guía. En un momento, se levanta la visera del casco y mediante unos anteojos puede ver algunos elementos como si se encontrase navegando entre ellos. Durante toda la experiencia, unos auriculares lo introducen en la atmósfera de exploración. Finalmente, es llevado de vuelta al punto de origen, despojado del casco y abandonado. Esta es una de las diversas piezas que Onírica Mecánica ha planteado a través de la exploración del espacio y el sonido, proponiéndole determinadas acciones al visitante.